domingo, 17 de febrero de 2013

"Amour" y la aplastante y cruda realidad



Hoy me siento contento porque por fin voy a escribir una crítica totalmente positiva. Y es que, ayer fui a ver "Amour". Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, del BAFTA y del Globo de Oro en la sección de película de habla no inglesa.
Desde que ganó el premio más importante que se le puede otorgar a una película, sentí el deseo de verla, sin embargo, había crecido en mí la semilla de la duda, dados los sencillos anuncios y las simples imágenes que circulaban por la red, que daban a entender que esta era una de esas películas lentas y aburridas a pesar de su buen mensaje. Pero estaba equivocado.
No hay duda de que la película no es lo que podríamos decir "rápida", pero a pesar de ser "lenta", no hubo un sólo momento en el que me sintiera aburrido o cansado de mirar la pantalla.
La película es lo que a mí me gusta llamar un espectáculo silencioso. No hay efectos visuales, todo se basa en los personajes, en sus acciones y palabras. De hecho, la película no tiene por banda sonora más que un par de canciones al piano. Sin embargo, no me percaté de esta realidad, hasta que, al terminar la película, surgieron unos créditos totalmente mudos. En realidad, tampoco necesita banda sonora, los sentimientos que ponen en juego los personajes tienen más valor que cualquier partitura que intentara acompañar al espectador en lo que siente, o como hacen algunas bandas sonoras, obligarle a sentir. A parte, en la vida real no hay banda sonora ¿no es así?
Si en algo de verdad triunfa esta película, es en presentar la realidad tal y como es, de hecho es la película más realista que he visto en mi vida. Michael Haneke (el director) no tiene miedo de mantener la cámara fija en la mujer mientras lee, o en el hombre mientras persigue una paloma. No, porque ahí está la esencia de la película, en la vida cotidiana, en la vida que tenemos la mayoría. O puede que sea más correcto decir, en la vida que tendremos, porque todo el que vea la película, tendrá su momento de reflexión acerca del futuro que le depara, que nos depara a todos.
Como dijo el famoso crítico inglés, esta película no es para cobardes como tampoco lo es la vejez y esto lo digo, porque habrá mucha gente que saldrá del cine aburrido, o incluso saldrá antes de terminar la proyección. A esas personas, les diría que se esforzaran en sentir lo que la película transmite y en disfrutar el talento del director y de los actores. Si no son capaces de apreciarlo, tal vez sea porque no se atreven a admitir que acaban de ver su futuro y el futuro del que estaba al lado de ellos y el futuro del que masticaba las palomitas con la boca abierta. Todos nos morimos, de un modo u otro. O quizás su vida es tan monótona que no pueden aguantar que alguien se lo diga a la cara y encima alguien a quien no conocen, alguien que usa imágenes para decírselo.
Vean esta película, no es una pérdida de tiempo, pero no esperen fantasía, sino realidad extrema.

domingo, 10 de febrero de 2013

"Hitchcock", crítica.






No nos vamos a engañar. "Hitchcock" es una película que aporta poco al espectador. Después de ver esta película nadie se quedará dándole vueltas a alguna idea, ni tampoco habrá nadie que salga angustiado, llorando o muerto de risa. Esa es la principal particularidad de esta película. Es totalmente llana y no afectará al espectador lo más mínimo.
Sin embargo, la película es muy entretenida e incluso aunque carece de intriga o suspense (como se podría esperar por el título) no hubo ningún momento en el que yo me sintiera aburrido mientras veía la película.
Es una película sencilla, con momentos de humor, momentos más tristes y otros más tensos. Pero, me repito al decir que es una película muy entretenida y, además, una buena referencia histórica. Ahí es donde está el punto fuerte de esta película. No me atrevería a decir todo, pero casi todo lo que en ella se presenta es cierto y pasó tal y como se narra o de forma muy parecida. Con increíble veracidad describe con pelos y señales todos los acontecimientos que rodearon el rodaje de "Psicosis" y parte de la vida de su director.
La película también puede entenderse como un homenaje al gran maestro del suspense, ya que continuamente aparecen referencias a su persona: sombras del director, tétrica omnipresencia de su enorme cuerpo e imprevisibilidad; características muy típicas de los personajes y las situaciones de sus películas.
Yo personalmente no opino que el maquillaje sea tan bueno como opinan la mayoría de medios y críticos expertos en este campo. Yo miraba al actor y veía la cara de Stephen Hopkins, no la de Hitchcock. Y tampoco considero que las interpretaciones sean tan buenas e inspiradas como se puede leer en páginas de críticas como RottenTomatoes. Son buenas interpretaciones, de dos buenos actores (Stephen Hopkins y Helen Mirren), pero no son sobresalientes. Casi me atrevería a decir que las interpretaciones de Scarlett Johansson y la caracterización de Anthony Perkins tienen más calidad interpretativa, dada su tremenda semejanza.



En resumen, una película entretenida, para pasar un buen rato, para conocer la historia de "Psicosis" y su desarrollo.
En mi opinión gustará a los fans de Hitchcock que no esperen una película de su estilo, sino sobre él.

domingo, 27 de enero de 2013

Lincoln, crítica.




Esta película es un tributo al que fue presidente de Estados Unidos hasta su muerte: Lincoln.
Spielberg se aleja una vez más de los blockbusters que lo mantienen ocupado gran parte del año y como de costumbre nos trae un drama histórico; y básicamente ahí reside la grandeza de esta película: en que es toda una lección de historia.
Spielberg utiliza una técnica clara y pausada para contar los sucesos que acontecen entre las paredes de la casa blanca y otros despachos de políticos principalmente. Este modo de rodar puede resultar algo lento, pero así es la vida real ¿no?
El personaje emblema de esta película, Lincoln, es bien representado por el talentoso Daniel Day-Lewis. No sabría decir si lo hace bien porque nunca podré compararle con el original, pero, sin duda, transmite un carisma fuerte a través de sus arrugas, su barba y sus incabables anécdotas, aunque sinceramente durante la película nunca llegué a estar convencido de estar viendo a lincoln, sino a alguien interpretándolo.
Tommy Lee jones también transmite de forma increible los sentimentos.
Y curiosa intervención de Joseph Gordon Levitt, del que preveo un gran futuro en la industria, aunque aún no muy definido.



Sin embargo, no todo es positivo. La película resulta ser demasiado teátrica en muchas escenas, sobre todo las de Sally Field que sobreactúa la mayor parte del tiempo. Otras escenas, por el contrario, son muy emotivas.


Una cosa que me ha dejado totalmente neutral ha sido la banda sonora, que pasa desapercibida durante toda la película, una lástima ya que lleva la firma del más grande.
En general la película es memorable, pero no deja de ser otro biopic, una gran película sobre un fragmento de la historia, un tipo de película que abunda.

miércoles, 9 de enero de 2013

Critica a "La vida de Pi"




Acabo de ver "La vida de Pi" y no puedo expresar más que mi contrariedad. Sinceramente no pensaba que trataba el tema que trata del modo en que lo hace.
La película ha resultado ser todo un éxito, tanto en taquilla como en crítica y hasta el presidente Obama aplaude esta historia.
Bien, el principio de la película no es más que confuso. Una serie de imágenes que rápidamente intentan resumir las experiencias de un chico en su infancia y cómo de alguna manera fueron definiendo su personalidad. Poco más se puede sacar de ahí. El resto de la película es toda una "travesía" por el océano en compañía de un tigre que solo intenta matar al protagonista. Y por último se nos presenta un final que pretende convertirse en el lema de vida de la humanidad.
Desde mi punto de vista, la película abusa de los efectos especiales y tengo que recalcar, llegados a este punto, que el cine parece estar cambiando. Antes se usaban imágenes de este mundo real para presentar imágenes fantásticas, pero ahora todo está completamente virtualizado, lo cual le confiere una calidad irreal a la película. Parece que estás en un videojuego. Y, desgraciadamente esto se está convirtiendo en una norma para muchas películas. Ya pasaba con "El hobbit".
Yo personalmente no disfruto mucho de estas imágenes, y siempre me complace más un impacto intelectual que el impacto visual que estas películas llevan por bandera. Pasemos así pues, a lidiar con el tema, el mensaje que intenta transmitir esta película. 




Durante la película no te das cuenta de que en realidad lo que el chico vive, no es una aventura en un barco con su tigre, sino una lucha interna consigo mismo. Un viaje a descubrirse a sí mismo y de algún modo a conocer a Dios. Toda una metáfora que queda desvelada al final de la película cuando el chico afirma que él mismo era el tigre, la peor parte de su ser que el cocinero había conseguido arrancar de su alma. Y concluye, dando a elegir entre las dos historias que cuenta, una real y otra la que todos conocemos del tigre. Absurdamente todos parecen preferir la historia inventada y el chico finaliza con la frase de lo mismo ocurre con Dios. 
No tengo nada que decir que pueda hacer cambiar de opinión a los que realmente se consideran creyentes, pero yo, como persona racional prefiero mucho antes la verdad, por dura y cruel que sea, a una historia inventada, irreal a una mentira. Sí, todos vivimos creando fantasías a nuestro alrededor y puede que sean lo que nos mantiene vivos, pero una cosa es crear una historia y otra muy distinta es creer que tú vives esa fantasía.
Un mensaje muy negativo y desmejorante para la sociedad el que aporta esta película, no me ha gustado nada.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Crítica: El cuerpo





Ayer fui a ver el cuerpo. Después de tanta publicidad y tanta expectación y a la vez tan buena aceptación por parte del público, no era de esperar que la película no cruzara el umbral de lo normalito para alcanzar lo magnífico. Pero así fue.
Está claro que El cuerpo es una película de esas a las que ya estamos acostumbrados en España, sobre todo si tiene la participación de Belén Rueda. Otra más de suspense, de esas que te mantienen atento a ver qué pasa, pero con una diferencia; desgraciadamente esta película en particular falla en algún punto de su desarrollo, de tal manera que no consigue envolver totalmente al espectador, sino que simplemente le mantiene ligeramente atento, pero no lo angustia. Esa angustia que sentíamos al ver Los ojos de Julia aquí no está. Y aún así, la película tiene una ejecución casi perfecta, casi todos los detalles están bien cuidados y todo funciona a la perfección. Entonces, ¿qué falla? Probablemente, aunque no me atrevería a afirmarlo rotundamente, sea por culpa de los numerosos flashbacks, que más que añadirle misterio a la historia, la ralentizan.
Por otro lado, considero digna de crítica negativa la poco convincente actuación del sex symbol español que, como no, tiene su momento "shirt off". José Coronado cumple y es una pena que Belén Rueda tenga las escenas tan limitadas pues, sin duda, su talento daría más brillo a la película, aunque resulta interesante verle en un papel distinto al que nos tiene acostumbrados.





De todos modos, la película en sí no decepciona. Cumple con todo lo que se pide y espera de la ya popularizada película estilo Amenabar. Misterio, sustos y un final inesperado.
Y como ya he dicho, planos perfectos y detalles bien cuidados. Aunque no entiendo al final quien dejaba todas esas pistas, debió de escapárseme.
En cualquier caso, la recomiendo si quieren pasar un rato entretenido sufriendo con los personajes, ahora sí, ¿merece la pena gastarse lo que vale la entrada al cine para verla?
Cada cual que decida.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Crítica El Hobbit























Demasiadas expectativas se ponen en una película que pretende preceder a una de las mejores trilogías de la historia del cine.
El hobbit no se puede/debe comparar con El señor de los anillos porque de hecho parecen películas hechas por un diferente director y que tratan sobre mundos distintos.
Si en El señor de los anillos nos adentrábamos en una fantástica tierra salida de la mente del escritor inglés J.R.R Tolkien, en El hobbit entramos en un lugar que poco se parece a ese lugar que tanto nos fascinó a muchos de los seguidores de esta saga.
En esta película, se nos introduce forzosamente en un mundo creado por Peter Jackson, con la ayuda de los infatigables efectos especiales, que en este aspecto tienen la voz cantante, y apenas quedan algunos detalles que hacen recordar aquella antigua Tierra Media. El uso excesivo de los efectos especiales, el afán por crear imágenes que impacten al espectador a cualquier coste y esa afición a digitalizarlo todo han hecho de esta película un nuevo Prince of Persia. Si no sabéis a qué me refiero pensad en las escenas del interior de la montaña solitaria o los planos de Rivendel, o las cavernas de trasgos, era todo tan digital que la misma imagen te echaba de una patada de la historia. El problema es que, al ser todo tan irreal, el espectador no se convence de lo que está viendo y asume desde el primer momento que es falso, cuando, en mi opinión, parte del éxito de la primera trilogía está en la ilusión de que realmente pudiera existir ese mundo fantástico, porque no parecía tan irreal. Pero el exceso de efectos visuales no se aprecia solo en eso: puestas de sol irreales, ríos virtuales, criaturas evidentemente falsas y hasta me pareció que el orco pálido era un persa que se había escapado de las termópilas en las que luchaba Gerard Butler.
No dejando a parte el tema de la tecnología habría que hablar también de la polémica historia de los 48 fotogramas por segundo.

















Mi primera impresión fue que la película estaba acelerada, luego me acostumbré más o menos a esa velocidad de movimientos que, a veces, te desconciertan. Sin embargo, por mucho que uno pueda acostumbrarse, las escenas de acción no eran más que una maraña de espadas y cuerpos moviéndose a la velocidad del rayo. Durante las escenas de lucha yo no era capaz de  diferenciar quién estaba matando a quién. Y otro aspecto negativo lo encontré en los primeros planos, que son verdaderamente agobiantes, no se exactamente la razón de esto. Pero no se debe ser injusto con Peter Jackson, el resultado de los 48 f.p.s es positivo en la mayoría de escenas de la película, pues había momentos en los que realmente parecía que te introducías en la pantalla, las plantas parecían tan reales que podrían estar siendo agitadas por el viento justo al lado tuyo. Aplaudo este resultado, pero creo que la técnica tiene mucho que mejorar y que de momento los resultados positivos no compensan los negativos.


























En cuanto al debate que ha surgido entre algunos lectores de Tolkien, he de decir que por mi parte estoy bastante contento con la adaptación, pues se mantiene más o menos en las línea del libro y no aparecen cosas que realmente no cuadren en la historia. Aún así, personalmente no me gustó la introducción de ese orco albino, que me parece que intenta crear un antagonista inmediato, para ocupar el relativo vacío, hasta que aparezca finalmente Smaug, como si el libro necesitara más antagonistas. Así mismo, tampoco eran necesarios los gigantes de piedra luchando entre sí, algo que al final resulta del todo irrelevante.
Sí me ha sorprendido positivamente la escena de las adivinanzas entre Gollum y Bilbo. Cuando leí el libro, sabiendo que harían la película, di por sentado que una escena así no la rodarían porque sería un obstáculo y, sin embargo, la escena está dirigida con gran maestría y convence, e incluso complace al espectador.
























Por último me gustaría hacer referencia a un par de cosas más.
Primero, la actuación. Desgraciadamente Bilbo queda totalmente desplazado y Martin Freeman no convence del todo, quizás por que no tiene ocasión de demostrar sus dotes interpretativas. Sin duda la gran sorpresa ha sido Richard Armitage, que de hecho es el verdadero protagonista de esta primera entrega, junto con Gandalf, cuya interpretación llevada a cabo por Ian McKellen eclipsa totalmente al modesto Martin Freeman.
Lo último que me queda por añadir es que me ha encantado la banda sonora, así como, la canción de Misty Mountains. Una de las mejores cosas de la película.


Concluyo esta pequeña crítica con un aire positivo, pues aunque la mayoría de cosas que he dicho parecen negativas, en realidad la película me ha gustado bastante y es bastante recomendable, de hecho, ya estoy deseando volver a verla, porque al final, quien es fan, es fan.